sábado, 5 de abril de 2014

Horarios

Me pone re triste deje una semana para ver si comentaban pero no comentan pero bue que se puede hacer solo me fije, voy a seguir subiendo ya les tengo el horario:

LA ÚNICA MUJER: LUNES

HOUSE OF SAINTS: MARTES

UNA NOVIA PARA OCHO HERMANOS: MIÉRCOLES

AMANTE EN DUBLIN: JUEVES
CAP CASI ÁNGELES: VIERNES

MARATONES: SÁBADO Y DOMINGO
  
Comenten porfa 

martes, 1 de abril de 2014

CAPITULO 27

















«¿Mejor para quién?», pensó Lali. Para él, sí. Ningún lazo con su hijo. Sólo
dinero. Ningún compromiso con ella ni con su hijo.
—No hablemos de esto aquí. Quiero estar con Agustin —dijo ella.
—Yo sólo quería que supieras que tengo en cuenta el bienestar de nuestro hijo.
Si eso significa renunciar a él, no dudaré en hacerlo.
Lali sintió un gran dolor.
—Si eso es lo que quieres.
—Te juro, Lali, que no es lo que deseo en absoluto. Pero podría ser la mejor
decisión para Agustin.
Lali estaba demasiado cansada para pelear, demasiado triste para hablar.
Y se marchó a ver a su hijo, la única constante en su vida.
Peter se pasó la mayor parte de la semana tratando de conocer a su hijo. Le
enseñó a usar un martillo, sin dejar de prestar especial atención a su salud. Pero
quería tratarlo como a un niño normal. Agustin se comportaba como un niño igual a los
demás, pero ahora que Peter había visto los efectos de su dolencia, estaba más
preocupado.
Pero al menos Lali era optimista, ahora que Agustin había empezado a usar
una bomba que hacía que la medicina fluyera por su cuerpo constantemente. Le había
dicho a Peter que sus niveles de azúcar estaban mucho mejor, y que Agustin tenía más
energía que antes. Algo muy bueno, pensó Peter. Y él mismo lo veía.
En aquel momento Agustin lo estaba ayudando a barrer el pasillo entre los
establos. Con su mano pequeña, una diminuta versión de la de su padre movía la escoba
que casi era de su altura.
—¿Me parezco a mi padre?
Peter calibró la respuesta.
—Sí, en parte.
—¿En qué?
—En el color del cabello y de la piel. Pero tus ojos son más claros.
El niño apoyó la escoba en uno de los establos.
—Tengo las pecas de mamá.
Peter se rió.
—Sí —respondió.
Agustin pateó una pila de heno con la bota.
—Mi amigo Bobby dice que donde vives tú, no hay más que arena.
Peter también dejó la escoba.
—Es verdad, hasta cierto punto. Hay bastante arena. Pero también tenemos
montañas y árboles. Y una universidad muy buena que construimos en los últimos años,
y un hospital muy importante.
—Odio los hospitales.
—Seguro. Y no me extraña. Pero son necesarios.
—De todas formas, los odio —Agustin miró a Peter—. ¿Toda la gente es parecida
en tu país?
—La mayoría tiene la piel oscura, ojos oscuros y cabello oscuro. Pero son todos
diferentes.
—¿Son simpáticos?
—Como en América, hay gente muy buena y gente no tan buena. Hay madres y
padres, hermanos y hermanas que juegan juntos y se pelean. Maestros, doctores y
constructores. Pero sobre todo, es un lugar muy pacífico para vivir.
—¿Vives en un palacio?
—Sí. Es propiedad de mi familia desde hace generaciones.
—¿Puedo ir a visitarte alguna vez?
Peter sintió remordimientos.
—Tal vez, cuando seas mayor.
El niño dejó escapar un suspiro.
—Me gustaría que te quedases aquí. ¿No te gusta América?
—Me gusta mucho. De hecho, he nacido aquí, en el estado de Ohio.
—Entonces, si eres americano, ¿por qué no vives aquí?
Peter había deseado innumerables veces vivir en América, pero tenía fuertes
lazos con su país.
—No puedo vivir aquí porque mi padre es el rey de mi país y yo tendré que ocupar
su lugar algún día.
—Podrías llamarlo y decirle que contrate a otra persona para que lo haga —dijo
inocentemente Agustin—. Una de las chicas del campamento nos contó que su padre no
tiene trabajo. A lo mejor lo puede hacer él.
Peter se arrodilló al nivel de Agustin con ternura.
—Es muy complicado, Agustin. Yo he nacido para gobernar mi país, para ayudar a
mi gente —quitó un rizo de la frente de Agustin—. ¿Comprendes ahora por qué tengo
que marcharme?
—Supongo, pero sigo queriendo que te quedes aquí —Agustin rodeó el cuello de
Peter con sus brazos, sorprendiéndolo y causando un tumulto de emociones en su
corazón—. Me gustaría que fueras mi papá.
Lali se quedó de pie, fuera del granero, esperando oír la respuesta de Peter.
—Terminemos el trabajo, así no se nos hará tarde para cenar.
Se quedó apoyada en la pared del granero, con los ojos cerrados.
Peter había tenido la oportunidad ideal para decirle a Lali que era su padre.
Tal vez estuviera esperando el momento en que ella también estuviera presente, como
le había pedido. O tal vez Lali pensara seriamente en no decirle la verdad a Agustin.
Y le preocupaba que Agustin viviera una mentira. Si Peter insistía en no decirle la
verdad, ¿debería decírselo ella?
Tal vez fuese mejor decírselo cuando fuera mayor. Pero seguramente sufriría la
ira de su hijo por engañarlo. ¿Comprendería que su padre había pensado que era lo
mejor?
—Estás un poco pálida, Lali. ¿Has trabajado mucho hoy?
Lali abrió los ojos y se encontró con Julia.
Lali se separó de la pared, se cruzó de brazos y dijo:
—Peter se marcha mañana.
Julia palmeó el hombro de Lali.
—Lo sé, cariño. Y quería hablar contigo acerca de ello.
—Se me pasará.
—Así será si haces lo que te digo.
Lali puso los ojos en blanco.
—¿Tengo que escuchar lo que me digas?
—Sí —se pasó la mano por el pelo cano—. Esta noche quiero que venga Agustin a
la casa del jardinero y que se quede a dormir conmigo. Eso te dará la oportunidad de
despedirte de Peter adecuadamente.
—No creo que sea necesario.
—Sí, lo es. Tómate esta noche y pásala con él. Será un recuerdo imborrable, que
guardarás en tu corazón y que sacarás en tiempos difíciles.
—No me hacen falta más recuerdos, Julia.
—Sí. Yo no podría haber vivido sin los míos estos años.
Lali la miró, confusa por la intriga que estaba creando Julia.
—¿Te refieres a algo ocurrido con otro hombre que no sea Barto?
—Sí —murmuró Julia—. Fue hace mucho tiempo. Él era un soldado, un muchacho
muy apuesto, aunque yo no estaba nada mal entonces, tampoco. Me pidió que me casara
con él antes de que se marchase a la guerra, y yo lo rechacé.
—¿Y no te lo volvió a pedir al regresar?
—No volvió jamás.
—¡Oh, Julia! —exclamó Lali, abrazando a su tía—. Lo siento.
—No lo sientas —dijo Julia cuando se separaron—. Te confieso que lamenté
haberle dicho que no, pero aún lamento más que esas lamentaciones no me hayan
dejado vivir mi vida todos estos años. No quiero que eso te suceda a ti.
Lali suspiró y se secó las lágrimas.
—Va a ser muy duro dejarlo marchar.
Sería peor que la primera vez, pensó Lali
Julia abrazó a Lali.
—Pero tienes que dejarlo marchar, por ti y por tu hijo. Tómate esta noche y
demuéstrale que lo amas, porque sé que lo amas. Si él se marcha después de eso, es
porque será mejor así.
Lali dudó. Pero la teoría de su tía tenía cierta lógica. Y decidió pasar una noche
más con Peter, su amante, el amor de su vida.
Agustin vino corriendo del granero gritando:
—¡Tengo hambre!
E interrumpió aquel emotivo momento.
Julia abrió los brazos y lo levantó en el aire.
—Comes como un alce estos días.
—Soy un alce —proclamó , riendo.
Julia lo dejó en el suelo y sonrió.
—Te diré una cosa, señor alce, ¿por qué no te quedas conmigo en la casa del
jardinero esta noche? Vendrá Barto y podremos jugar al parchís.
La cara de Agustin se iluminó.
—¿Puede enseñarme Barto a jugar al póker?
Lali—Supongo que podemos hacerlo, cosita. Siempre que tu madre nos deje.
Lali fingió pensarlo y dijo luego:
—Siempre que no apostéis la casa y los caballos.
—Sólo apostaremos monedas —dijo Julia. Y volviendo su atención a Agustin le
dijo—: Entonces, está todo arreglado. Después de cenar, jugaremos a las cartas.
—¿Puede jugar Peter también?
Julia miró a Lali significativamente.
—Creo que Peter tiene algunas cosas de que ocuparse, con tu mamá.
Peter deseaba decirle la verdad a Agustin. Quería decirle que él era el padre que
tanto deseaba tener. Pero no podía hacerlo.
Decírselo sabiendo que se marcharía, le parecía egoísta e injusto de su parte
para con su hijo. Y no podría volver a verlo. Porque sabía que cada vez le costaría más
marcharse.
Lo único que podía desear era que Lali encontrase un hombre adecuado para
Agustin. La idea le produjo un gran dolor en el corazón.
«Es mejor», se repetía durante la comida, que tal vez fuera la última que
compartiese con su hijo y con Lali.
El dolor se acrecentó cuando siguió recogiendo sus cosas. Había dejado lo más
importante para el final: la pelota de béisbol, el regalo de Daniel para su graduación,
incluso el par de vaqueros que se había dejado la otra vez.
Todas cosas que representaban recuerdos.
Pero cuando abrió su maleta se encontró con algo arriba de todo, que llamó su
atención.
La fotografía era igual a la que había visto de Lali, Daniel y él mismo, pero en lugar
de Daniel estaba Agustin. La había tomado Julia durante la semana, pero era una
sorpresa que la hubiera revelado, y que hubiera ido a parar allí. Tal vez Julia la hubiera
puesto en su maleta cuando él había ido a echar una última ojeada al establo. O tal vez
no hubiera sido Julia, sino Lali.
Lali.
Deseaba desesperadamente ir a verla, estrecharla en sus brazos una vez más,
hacerle el amor, y disfrutar unos momentos más de su presencia.
Pero no se merecía su atención. Y ella lo rechazaría si se atrevía a sugerírselo
aquella noche.
Agarró la foto y la miró un momento, admirando la cara de la mujer que siempre
había amado, del niño que había llegado a querer. Al día siguiente les diría adiós a
ambos y volvería a su casa como si nada hubiera pasado. Sin embargo, todo era diferente,
sobre todo el jeque Peter Lanzani.
—Es una foto bonita, ¿verdad?
Sus manos se quedaron inmóviles al oír la voz de Lali por detrás de él.
Puso la foto debajo de la ropa para protegerla y cerró la maleta, junto con el
capítulo de su vida de lo que no podía ser.
—Es un tesoro que guardaré siempre en mi corazón. Gracias.
Ella se acercó.
—Es lo menos que podía hacer.
—Te lo agradezco mucho.
Un silencio incómodo se instaló entre ellos. Ella se quitó el pelo rojizo de la cara
pero no lo miró.
Finalmente se acercó más y se puso frente a Peter.
Él abrió los brazos, y ella se entregó a su abrazo.
Lali puso la mejilla contra el pecho de Peter.
Ella le besó la mejilla y reunió el coraje necesario para decirle lo que había
intentado evitar confesar.
—Te amo, Peter.
Él besó su frente con ternura.
—Y yo a ti.
Ella sintió una gran felicidad que se instaló en el lugar de la herida de su corazón.
—Entonces, quédate conmigo. Sé parte de nuestras vidas.
—Sabes que no puedo hacerlo.
—Entonces, realmente no me amas.
Peter suspiró.
—Sí, te amo, más de lo que imaginas. Pero eso no cambia mi situación.
—Podría cambiarla, si quisieras.
—Ojalá eso fuera cierto —la llevó al borde de la cama y la hizo sentarse a su
lado.
Le tomó las manos y le dijo:
—También amo a nuestro hijo, que es por lo que he decidido no decirle que soy su
padre.
Exactamente lo que ella había temido.
—¿Y qué pasará cuando vuelvas?
—No volveré —dijo Peter con tristeza.
Lali sintió un gran dolor en el corazón.
—Pero tienes que volver. Agustin te necesita. Yo te necesito.
—Tú necesitas rehacer tu vida sin mí. Tienes que encontrar a alguien que te
quiera a ti y al niño. Alguien que merezca tu amor.
—No quiero a nadie más que a ti —dijo ella entre lágrimas.
—Eso lo dices ahora, pero cambiarás de parecer cuando me vaya.
Peter la abrazó fuertemente.
¡Ojalá ella hubiera podido absorber algo de aquella fuerza! ¡Ojalá hubiera sabido
adónde conduciría todo aquello!
—No sé cómo hacer para dejarte marchar.
—Debes hacerlo.
Lali alzó la cara y lo miró, decidida a volver a hacerle ver las cosas según su
punto de vista.
—¡Aunque renunciaras a tu riqueza, a tu status, mira lo que recibirías a cambio!
—Lo sé muy bien.
—Entonces, ¿por qué tiene que ser así? ¿Por qué te tienes que marchar? ¿Qué
me ocultas?
Peter se quedó en silencio un momento. Luego dejó escapar una exhalación y dijo:
—Tengo que casarme con otra mujer.

VOLVÍ PARA QUEDARME VOY A SUBIR TODAS LAS NOVELAS DESPUÉS LO ORGANIZO Y LES DOY EL HORARIO Y DÍA DE CADA NOVE CHAU BESOS

COMENTEN

sábado, 22 de febrero de 2014

Aviso

Comenten las novelas que quieren que siga, el lunes enpieso subiendo la nueva y las que ustedes me digansi no me disen voy a subir la nueva y otra nueva que me gusto

lunes, 27 de enero de 2014

The Alchemy Of Forever

sinopsis

En la primera novela de la saga incarnation, la inmortal Marianella se enfrenta a una dolorosa verdad: enamorarse puede significar sucumbir a la muerte. La gente dice "el amor nunca muere"...... pero el amor podria sel la muerte de Marianella.

Marianella esta viva desde la Edad Media, cuando su novio, Benjamin, logro perfeccionar un método de alquimia que le permite intercambiar cuerpos con cualquier sel humano. Mar escapo de Benjamin, hace años, cuando se dio cuenta de que lo que estaba haciendo, tomar las vidas de personas inocentes, estaba mal. Sin embargo, ella no quería morir, por lo que busca a los jóvenes que están al borde de la muerte y habita sus cuerpos.

Mar acaba de aterrizar en el cuerpo de una chica llamada Lali que estaba a punto de morir en un accidente de coche. Por primera vez, Mar se enamoro de la vida de la persona que esta habitando. Mar también se enamora del chico que vive al lado, Peter. Y pronto queda claro que los sentimientos son correspondidos. Pero jamas puede besar a Peter, porque para ella tocar los labios con un ser humano podria significar la muerte del humano. Y tiene mas cosas de las que preocuparse: Benjamin la esta persiguiendo. Si se queda en un mismo lugar durante mucho tiempo, se expone a si misma y a la gente que esta con ella a un gran peligro. ¿Mar tendrá que renunciar a la única cosa que ha eludido durante siglos: el amor verdadero?

sábado, 25 de enero de 2014

AVISO

Voy a empestar una nueva nove porque noto que no hay comentarios ni nada seguramente no les gusta voy a subir una que si esta buena mañana subo la sinopsis chau

sábado, 11 de enero de 2014

CAPITULO 2 - AED


PROLOGO PARTE DOS:

Llevaba una combinación. Eso era todo. Había visto bailarinas con más  ropa. No le quedaba bien con su pálida piel. Llevaba el abundante pelo castaño recogido haciendo que se muriera de ganas de soltárselo. Sentía una ardiente corriente recorrer sus venas y se dio cuenta de que, incluso con  el vestido más barato, ella tenía el poder de encender un poderoso deseo en su interior. Se burló de sí mismo. Por un instante, antes de haber descubierto quién era ella o qué estaba ocurriendo, había pensado... Trató de evitar que sus pensamientos siguieran en esa dirección. Pero su mente no lo obedeció.

Cuando la conoció, ella había tocado algo profundamente oculto y desconocido que tenía en su interior. Lo había sacado de su cínica inercia habitual. Lo había mirado con una timidez tan dulce... y después había sonreído. Esa sonrisa había hecho patente la corriente de atracción sexual que discurría entre los dos y algo más intangible... pero tan inocentemente femenino, que le había sorprendido. Estaba acostumbrado a que las mujeres le sonrieran, pero con un descaro tan calculado que le enfriaba la sangre.

Apretó los labios mientras la seguía a través del comedor, consciente  de las miradas de admiración que suscitaba el seductor balanceo de sus caderas. Y su mirada, como la de los demás, estaba atrapada por el pedazo de encaje y seda casi indecente. Al verla esa noche, con una sin tenciones tan evidentes, se preguntó de nuevo cómo podía haber pensado alguna vez que no era exactamente igual que las demás mujeres.

Estaba seguro, con una confianza arrogante, de que ella lo deseaba.Ella había sentido el mismo impacto a primera vista, lo sabía.

No era nada más que una actriz mediocre, pero eso todavía... y odiaba admitirlo, le volvía más loco, le hacía bajar la guardia. Nunca antes había tenido pérdidas de concentración dirigiendo sus empresas desde Londres hasta Tokio. Conocía de ellas hasta el mínimo detalle, su control era legendario e inspiraba miedo entre sus competidores. Una capacidad de control que no permitiría que ni ella ni su familia debilitara, incluso en ese momento, cuando ellos creían que lo habían conseguido. Los imbéciles.

Se centró en los hechos. Ella estaba allí para llevárselo a la cama, para seducirlo y distraerlo. Era la dulce trampa. Uno de los trucos más viejos del mundo. Si no estaba equivocado, había visto la inconfundible forma de una llave en el bolsillo de su abrigo. ¿Sería la llave de una habitación de ese hotel? Sintió el amargo sabor del desagrado.

Pero los dos podían jugar al mismo juego: él también estaba allí para seducirla. Un pequeño lujo que se iba a permitir. Botín de guerra. Porque aquello era una guerra. Desde que había sentido como un puñetazo en el estómago la primera vez que la había visto y había descubierto lo evidente de su juego, lo descaradamente que se la habían puesto en el punto de mira... había decidido probar lo que le ofrecían.

Llegaron a la mesa. Lali la rodeó y se colocó frente a él con una mirada de casi... ansiedad en su rostro. Era buena, pensó él. Nunca había visto ese nivel de astucia. Se reafirmó en su fría claridad mental ignorando la presión de su bajo vientre.

Pronto averiguaría ella cómo habían fallado sus maquinaciones.Después se vengaría de su familia. Y entonces se libraría de ese deseo que lo consumía. Cuando acabara la noche ella nunca lo olvidaría ni querría volver a recorrer ese camino.

MIREN ESTO ES LA HIJA QUE PODRIAN TENER

viernes, 10 de enero de 2014

CAPITULO 2 - UNPOH


Tabano Lanzani se abrió paso entre la multitud para tomar asiento cerca de la barra. Él no venía aquí a menudo, pero cuando lo hacía, trataba de no pensar demasiado. Él era un varón sano humano con un impulso saludable de sexo normal, yen cualquier otro planeta, nunca habría considerado el pago de una mujer para tener relaciones sexuales con él. Pero aquí, en esta roca de hielo, en realidad no había una alternativa. Masturbarse le ayudaba, por supuesto, pero con el tiempo necesitaba una mujer de verdad.

Divisó a Agustina mientras varias mujeres comenzaron a bailar sensualmente con los tonos lentos y palpitantes de una canción con la que se había familiarizado durante los últimos meses. Como siempre, el cuerpo ágil de Agustina y los movimientos sexys lo tenían, y tenían a todos los demás hombres del lugar, pagando cerca atendiéndola.

Pero esta noche, había una mujer bailando a su lado que parecía nueva. Sus movimientos eran rígidos, consciente de sí misma, y Tabano sintió una punzada de compasión por ella. La mayoría de las mujeres de aquí no estaban en este planeta por elección, y había visto demasiadas pasar por este lugar. Es por eso que siempre contrataba a Agustina. Ella era una puta con experiencia que era capaz de complacer a ambos sin que se sintiera como si se estuviera aprovechando de una mujer que no tenía otra opción.

Pero no importa cuántas veces Tabano se convenciera de no hacerlo, se encontraba con que su mirada se deslizaba de nuevo a los movimientos incómodos de la bailarina al lado de Agustina. La nueva mujer era simplemente hermosa. Sus ojos azules tristes contradecían la falsedad de su sonrisa, y se estremecía y sacudía la cabeza cada vez que un cliente potencial le hablaba.

Ya varias de las chicas habían dejado el escenario y otras habían venido a reemplazarlas, pero Agustina y la nueva chica bailaban todavía.

Agustina parecía estar susurrando urgentemente a la nueva mujer, pero Tabano no podía oír ninguna de las palabras. A pesar de que conocía a Agustina lo suficientemente bien para saber que algo la estaba molestando.

La fuente de su agitación pronto se hizo evidente cuando el propietario del club tomó la mano de la chica nueva, tiró de ella fuera del escenario, y la empujó a los brazos de un hombre que Tabano conocía. El hombre sonrió más fuerte cuando la mujer comenzó a luchar. Forzó ambas muñecas detrás de ella y luego la izó por encima de su hombro como un saco de trigo. Incluso sobre el fuerte golpeteo de la música, Tabano podía oír la risa del hombre.

Antes de que realmente en tendiese lo que planeaba, Tabano se puso en pie y se dirigió hacia el trío. La mujer se retorció y pateó aterrorizada, y parecía que ambos hombres se riesen más fuerte.

−Bájala,  Agus, - le dijo al hombre que alguna vez había sido un amigo. Tabano se volvió hacia el dueño del club. - Voy a comprarla por un año. ¿Cuánto quieres por ella?


¿Comprarla? Jesús, ella no sabía si reír o llorar.

Un momento, estaba a punto de ser introducida por la fuerza en las tareas de ser una puta, y ahora había otro tipo regateando para comprarla. Cuando su chulo había amenazado con venderla, había estado tan desesperada que no había considerado realmente lo que él había querido decir.

¿Estaba siendo vendida como esclava?

−Sesenta mil créditos, - exigió su chulo y tratante de esclavos.

Su sangre corrió caliente y fría. Eso era unas diez veces la cantidad que necesitaba para salir del planeta y una gran suma de dinero en el idioma de cualquiera.

−Diez mil, - respondió el tipo nuevo.

Y después hacia atrás y adelante ellos regatearon. Oferta, contra oferta, oferta.

El hombre que todavía la sostenía sobre su hombro se echó a reír, golpeó su culo fuerte y lanzó su propia oferta, y de repente el tipo nuevo pareció ser la elección mejor.Su corazón latiendo con fuerza, su respiración entrecortada, el terror aún temblando por cada músculo, Mariana  escuchó como tres hombres eligieron el curso de su futuro.

*****

¡Dieciocho mil créditos! Sus hermanos iban a matarlo.

Comprar una prostituta no era exactamente una deducción fiscal.

Había estado a punto de apartarse de las sumas escandalosas en discusión, pero entonces había captado la mirada de desesperación en el rostro de la mujer y comprendió que ir con su instinto era lo correcto. Cualesquiera sean las consecuencias de gastar tanto dinero, tenía que hacerles frente con la conciencia tranquila. Agus habría violado a la chica, aunque en este planeta no hay ninguna ley en contra, el sentido de Tabano de la humanidad no le habría dejado irse en esas circunstancias.

Era extraño que cuanto más lejos de la Tierra viajaban, él y sus hermanos, menos rasgos humanos tenía la gente. Teniendo en cuenta que la mayoría de los aquí eran humanos en un sentido genético, era bastante inquietante.

Él apresuró a la chica hacia afuera del club con un brazo protector sobre sus hombros. Decir que ella parecía aterrorizada era un eufemismo completo, pero ella asintió efusiva mente cuando su chulo le había preguntado si renunciaría a su parte si la vendía a un precio tan bajo, por lo que claramente ella había mostrado una preferencia entre él y Agus.

NO SE SI VOY A PODER SUBIR EN LA SEMANA POR EL INTERNET SE VA COMO LA LUZ 
ESPERO QUE LES GUSTE CHAU.

jueves, 9 de enero de 2014

CAPITULO 2 - HOS


Ni una palabra paso por los hermanos en el camino a Cabo Street en Limehouse. Apenas un ritmo constante. Cuando llegaron a la pensión, se apoyo en la piedra sucia. Su estomago se rebelo. Doblo al costado del edificio y lo soltó.

-Lo siento micho, Lali - Cris froto su espalda.

Su padre y hermanos la amaban como era.

-No lo sientas, chico. Son solo mis nervios.

Los dos hicieron su camino hacia el interior del edificio. En el primer piso, ella entrego las monedas al Sr. Bedolla.

-Va hacer falta mas que eso....

-Se que habrá mas mañana. Lo prometo - Se negó a mirarlo a los ojos.

-La Sra. Bedolla va a estar en la iglesia a las diez. Venga y podremos discutir otros tipo de pago por su atraso.

Cris abrió la boca, y ella puso su mano enguantada sobre el.

-Es muy gentil de su parte. - Entonces, continuo asta su cuarto y dejo ir a Cris.

El y Leon recogieron el final del pan, pero ella no tubo coraje para comer. En vez de eso, lavo su boca con jabón. Se escogió en una esquina de la ventana como un papel arrugado. Una lista cruzada. Domestica. Camarera. Lavandera. Ninguno quería una mujer con el color de su tez. Burdeles. Ningún lugar decente la miraría. Ella había escuchado de un lugar que se adaptaba a lo extraño. Un establecimiento que podría estar buscando a una mujer exótica.

Sus hermanos dormían en la cama. No se quejaría, pero solo había un lugar inferior en esto. La calle. Incluso el ratón bajo la cama no tomaba ni una migaja de pan viejo. Ella no llevaría a los hombres a la calle, a un callejón. La niñas en el internado muchas beses llegaban espantadas, o quedaban enfermas con ampollas. Después del caso Rippel, las calles simplemente eran demasiado peligrosas. Si algo le pasara, Cris y Leon acabarían en un orfanato o asilo. Pobres niños.

    EN ESTA NOVE LOS CAPS VAN A SER CORTOS PORQUE EL LIBRO ES MUY CORTO PERO EL RESTO VAN A SER LARGOS ESTOY EN BARADERO DE VACACIONES Y LOS HORARIOS VAN A SER A CUALQUIER HORA LA NOVELA DE EL DIA QUE LES DIJE BUENO CHAU

miércoles, 8 de enero de 2014

CAPITULO 1 - AED



 Prólogo, Parte uno:

Londres, noviembre

   Lali Esposito se quedó de pie justo al otro lado de la puerta giratoria. La oscuridad 
de la tarde de noviembre resaltaba el brillo de la luces del lujoso hotel londinense. Tenía
 el corazón en un puño, le temblaban las piernas y las manos, sudorosas, lo mismo que
 la espalda.Le dolía la cabeza justo en los puntos donde las horquillas sujetaban la masa 
de rizos. Con una mano visiblemente temblorosa, empujó la puerta pero no fue capaz 
de entrar dentro de su giro. El frío viento le golpeó las piernas desnudas pero no pudo 
sacarla del estupor en que se encontraba.
  
  Una pareja salió de un taxi justo detrás de ella y en un frenesí de porteros, equipajes y 
alemán en medio de la helada brisa, supo que tenía que entrar al recibidor que estaba
 justo detrás del cristal o apartarse y dejar pasar.
    
La realidad la sacó de su estupor. Respiró y se movió lo justo para poder entrar en la  
puerta giratoria y llegar hasta el interior.
    
Lo vio en cuanto estuvo dentro. Estaba de pie mirando en otra dirección, hablando con
 alguien, así que no pudo apreciar su llegada, lo que ella agradeció. Una oportunidad, 
aunque ínfima, de controlar sus nervios. Y una ocasión para observarlo un momento.
   
 Estaba de pie con las manos en los bolsillos, haciendo que la tela de sus pantalones 
sastre se ciñera a su parte trasera mostrando un físico más propio de un atleta que de
 un magnate multimillonario. Un magnate que tenía la terrible reputación de ser uno de
 los más poderosos e innovadores en Europa.

    Peter Lanzani había empezado a existir para ella sólo dos semanas antes cuando lo
 había conocido en casa de su padrastro. Había sido uno de los escogidos magnates 
que se habían reunido con el marido de su madre en las últimas dos semanas. Y al 
haber estado ella allí para echar una mano a su madre atendiendo a los invitados, los 
sueños de Lali se habían llenado rápidamente con aquel hombre tan dinámico. 
Todavía no podía creer que estuviera interesado en ella, aunque la prueba era que tenían
 una cita. Una cita en la que había un fin oculto.

   Lali tragó con dificultad. No podía escapar a lo que tenía quehacer. Lo sabía con
 terrible fatalidad. Pero... ¿podría él descubrirlo en un segundo? Casi tuvo la esperanza 
de que sí. Era un hombre muy inteligente. Quería darse la vuelta y salir por la puerta,
 pero no podía. Silo hacía las consecuencias afectarían a su ser más querido. No 
tenía elección.

–Lali.

   Abrió los ojos de par en par. ¿Cómo no lo había oído acercarse? Trató de calmarse
 enderezando la espalda.

–Peter, siento haberte hecho esperar.

  La miró de arriba abajo, dejándola sin respiración.

–Unos pocos minutos son una sorpresa agradable. He esperado más otras veces.

    De alguna manera Lali supo que mentía. Ninguna mujer hubiera hecho esperar a
 ese hombre. Sus penetrantes ojos azules la mantenían atrapada. No podía apartar la
 vista y esa conocida sensación como de no tener esqueleto no se le pasaba. Ése era el 
efecto que tenía sobre ella desde que lo había visto por primera vez. Cuando todavía no
 tenía ni idea del papel que tendría que interpretar en el maquiavélico plan de
 su padrastro. Cuando no había visto en Peter otra cosa que un hombre, no alguien a 
quien traicionar, arruinar... robar su riqueza. Y... seducir.

   Al mirarlo sentía nublarse su mente. Incluso durante un segundo se engañó a sí misma
 pensando que todo lo que había alrededor no existía.A lo mejor aquello sólo era la 
sencilla cita que él le había pedido, sin ningún otro interés. Eso la hacía respirar con una 
peligrosa excitación.Después de esa noche no volvería a verlo y eso la hacía sentirse
 vacía.

Un destello helado brilló en los ojos de Peter durante un segundo, pero rápidamente lo  
reemplazó la dulzura.

–¿Vamos? La mesa está ya preparada...

A Lali se le cayó el corazón a los pies. Ése era el punto de no retorno

–Bien.

Atravesó el recibidor delante de él en dirección a una puerta del fondo.Se sentía como si caminara hacia la guillotina. Entonces notó en el bolsillo la pesada llave de la habitación. La llave de la habitación que había reservado su padrastro. Sintió una náusea. El escenario donde tendría que seducirlo. Incluso tendría a uno de sus hombres vigilando todo el proceso... para asegurarse de que ninguno de los dos se marchaba
demasiado pronto. Antes de que el daño estuviera hecho. ¿Cómo podría hacer algo así?

En la puerta del comedor sintió los dedos de Peter en el brazo. Se volvió al ser consciente del escaso retal de encaje que llevaba puesto. No quería llegar al inevitable momento de quitarse el abrigo. Sintió pánico.No podía hacerlo... no podía mirar. No pudo soportar la reacción de Peter cuando vio el vestido.



martes, 7 de enero de 2014

CAPITULO 1 - UNPOH


−Sí. Entiendo lo que quieres de mí. - Mariana Esposito trató de calmar sus manos temblorosas y de algún modo convencerse de que estaba haciendo lo correcto. Lo únicoque podía hacer, si la verdad fuera dicha.
−¿Tienes experiencia?
−En realidad no

.La expresión aburrida del hombrecillo se transformó en una de gran interés porsus palabras nerviosas. La miró de nuevo, con el tipo de lujuria una vez más que lasmujeres habían estado soportando durante generaciones.

No importa cuántas veces un hombre la había mirado de esa manera, siempre leponía la piel de gallina.

En este planeta, todos la miraban de esa manera.

−Define “en realidad no”, - dijo con un acento de esperanza en su voz.
−¿Virgen?

Negó con la cabeza, y el interés del hombrecillo pareció desvanecerse.

Sus ojos la miraron una vez más de manera aburrida, y su voz volvió a su tonoarrogante una vez más.

−Estupendo. - La forma en que dijo el término dejó en claro que significabaexactamente lo contrario. - ¿Cómo dijo que se llamaba?
−Mariana, - logró decir a la fuerza a través de un nudo en su garganta.

Echó un vistazo alrededor de la pequeña habitación mientras varias mujeres endiversos grados de desnudez se arremolinaban, preparándose para un gran rendimiento.

−Bien, Mariana. - Dijo la palabra como si fuera un insulto. - Te probaré esta noche, y te daré un contrato a largo plazo. Jódela, y te venderé a cualquier precio que pueda conseguir. - Mariana trató de contener las lágrimas que amenazaban con caer. Nisiquiera estaría en este planeta de mierda si no hubiera confiado en el hombreequivocado. El suave hijo de perra la había mantenido en vilo con promesas de amor y felices para siempre, pero una vez fuera de las regiones de espacio controlado por la Tierra, se había limitado a arrojarla al planeta más cercano.

Así que ahora se encontraba tratando desesperadamente de obtener créditossuficientes para llegar a casa. El planeta era una colonia minera en su mayoría humana,pero los varones superaban en número a las hembras alrededor de 300 a 1.

Con tantos hombres solteros en el planeta, no era una gran hazaña saber lo que este pequeño hombre esperaba. Irónicamente, las pocas mujeres con las que había tenido la oportunidad de hablar le habían dicho que este tipo cuidaba a sus chicas bien

Se restregó el punto en la parte superior del brazo que aún hormigueaba. Si hubiera sabido que la inyección anticonceptiva que le había dado tenía una mortalidad del veinticinco por ciento, podría haberlo reconsiderado, pero no había comido en tres días, y sus decisiones eran cada vez más y más desesperadas. Por suerte para ella, noparecía ser la una de cada cuatro que moría por la idea de su chulo de la medicina preventiva.

−Agustina, - dijo él por encima de su hombro, - consíguele un traje.
−Ella estará bailando toda la noche en el poste. - Agustina sonrió y rápidamente le dio un trozo pequeño de material que parecía nada más que un manojo de cuerdas, un grupo muy pequeño de cuerdas. Su chulo le dio una última mirada evaluándola.
−No lo jodas, - fue lo único que dijo él mientras se alejaba.

Agustina le tocó el brazo, y Mariana casi saltó de la habitación. La mujer la miró con preocupación en sus ojos, y Mariana quiso comenzar a llorar de nuevo,simplemente porque era la primera mirada amable que había recibido desde que fue arrojada sobre este planeta olvidado de Dios.

−Preciosidad, - dijo Agustina mientras lentamente miró a Mariana arriba y abajo, -todas hemos estado donde tú estás ahora. Necesitas relajarte o realmente vas a joderla.- Mariana asintió tímidamente. - ¿Cuándo fue la última vez que comiste?

La vergüenza calentó sus mejillas y Agustina pareció leer la respuesta en su cara.

−Tanto tiempo, ¿eh? Belén, puedes conseguirle a... ¿Cómo te llamas, cariño?
−Mariana, - acertó a susurrar.
−Consíguele a Mariana un plato de comida, por favor. No puede ser que se caigafuera del escenario por agotamiento.

Mariana se agitó, incapaz de estar quieta. - Uhm... gracias, acertó a balbucear,completamente avergonzada por su situación.

−No hay problema, preciosidad, - dijo Agustina mientras limpiaba una lágrima dela mejilla de Mariana. - Somos chicas tenemos que mantenernos unidas. Sólo recuerda,cuanto mejor bailes, más clientes atraerás y más rápido ganarás el dinero suficientepara volver a casa.

Mariana no había explicado su situación a nadie, pero la mirada de Agustina sugirió que se trataba de una historia común en estos lugares. Con la mezcla desigual de sexos, sólo había una forma de trabajo para la mujer, y era lo único que Mariana no había planeado.

Y según el tipo que la había abandonado aquí, la cosa estaba realmente mal

lunes, 6 de enero de 2014

PERDON


LO LAMENTO PERO MI PAPA ME PREGUNTO PARA IR A LA PILE Y NO PUDE DESIR QUE NO ME MUERO DE CALOR VIERON EL NUEVO PEINADO DE LALI


lali espósito rubia

CAPITULO 1 - HOS



10 DE OCTUBRE DE 1890

Mariana Esposito aseguro la mano de su hermano ,Cris con un apretón. La sombría calle del centro de  Londres estaba atestada de transeúntes. Un estrechamiento amargo del aire frió y húmedo soplaba a través de su abrigo desgastado. Debido a las nubes pesadas, casi parecía una sombra.

-Voy a estar bien - Le repitió Cris.

Sus hombros estaban tensos de preocupación. Desde la semana pasada, cuando un hombre había golpeado a su hermano mas joven y dicho que buscara un empleo en el reformatorio, no estaba ansiosa por estar de acuerdo con dejarlo ser. Había intervenido agarrando el paraguas y dándole un golpe en la espalda del hombre, pero temía no alcanzarlo a tiempo. ¿Y si alguien lo lastimara nuevamente? ¿Pero, y si esta ves es mas grande que el anterior? Ella era la mayor, tenia vente años y no podría mantener a sus hermanos mas jóvenes. Algo pequeño, simple que había procurado recoger un flujo de ingresos para alimentar y abrigara sus hermanos y a si misma. Hacia días que solo comían nada mas que un pan viejo. Sin embargo, nada de eso importaba, necesitaba estar fuerte para garantizar la seguridad de Cris.

-Lo se porque no dejare que nada te pase.

Esa fue una promesa que no quería romper. Ni a su padre, a quien había jurado en su lecho de muerte. Ni a dios, a quien rezo proteger a Leon y Cris. Ni para si misma, Cris era el mas pequeño y, señores y señoras ahorraría una moneda para su desempeño de su vos de soprano. Su tono era como el de serafín. Por lo menos la lleva al cielo, siempre que lo escucha cantar. Era una bendición que el debería estar usando en una escuela coral, pero ese era otro elemento que ella no conseguiría mantener.

Cris le sonrió. Ella corrió para esconderse en el edificio, a no mas de algunos metros de distancia, de modo que pudiera alcanzarlo rápido.

Su hermano empezó a cantar y los transeúntes sonreían. El sol brillaba a través de las nubes gruesas solo para el. El bailo junto con una melodía u la multitud párese satisfecha. Cuando termino la canción, una seño bien vertida con un abrigo rojo se aproximo y le dio algunos centavos.

No se atrevieron a ser codiciosos. Salio por la parte de atrás del grupo reunido. Escucho el silbido de un guardia. Todavía esperaba encontrar uno o una con inteligencia, a pesar de la esperanza de que aplicara la ley.

El hombre uniformado agarro a Cris por el cuello y lo levanto.

Ella corrió hacia ellos.

-Por favor, señor, es un niño.

El saco el dinero de las mano de su hermano. Cris se preparo para luchas de nuevo. Sin embargo, cuando su hermano vio su mirada en su rostro, apretó sus labios bien serrados y cruzo los brazos sobre el pecho.

-¿Esta chusma de aquí es su responsabilidad?

Los ojos redondos y grandes del hombre la observaban cuando lanzo a su hermano. Cris se modio para el lado de ella y apretó su falda.

-Si, mi señor - Retrocedió, empujándolo detrás de la relativa seguridad de su falda.

El se lamió los labios mojandolos.

-Si me das un beso, le voy a dar al niño sus monedas- El se movió mas cerca. Cuando abrió la boca el olor punzante del licor estallo en su rostro. Ella se estremeció de asco. Si no cumpliera su pedido. no tendría dinero para darle al hombre de la pensión y los dejaría en la calle. Leon estaba en la cama con fiebre.

El la acorralo entre la pared y su cuerpo. Sus labios revestidos de saliva presionaron los de ella. Ella cerro los dientes en respuesta.

Con una sonrisa, el le entrego a Cris sus monedas.

-Si juegas a la chica buena, tengo mas en mi bolso- el llego a desabotonarse los pantalones - Labios como los tuyos pueden ser útiles. Dale un beso a mi polla.

La implicación no paso desapercibida para ella. Se retorció libre de su agarre húmedo, tomo la mano de Cris y corrió.

El guardia agarro su brazo.

-Volverás.

No si ella podía evitarlo.



VOLVÍ PARA QUEDARME

Volví y con nuevas noves partir de hoy comienzo 3 novelas:

House of Saints


En Londres 1890, la joven Lali Esposito queda con la responsabilidad de sus dos hermanos. Siendo una mujer de color, con muy poca experiencia, no consigue mantenerlos por medios honestos y se encuentra desesperada. De las mujeres de la pensión, ella escucha hablar de un burdel que atiende a seres sobrenaturales fuera de lo común. Con el dolor del hambre creciendo en la barriga de sus hermanos y la amenaza de desalojo ella no tiene otra opción además de dar su cuerpo y su libertad.

Peter Lanzani es un antiguo espíritu del deseo que sobresale en lo que hace, les enseña el arte del placer a las mujeres, mas Lali es diferente. Con un ayudante masculino y femenino, debe enseñarla para que asuma un cargo como Marianella. Encantado con su belleza interior, el se encuentra en una encrucijada.

Debe dejar su nueva profesión llevarse su alma, o entregar la suya en cambio de la de ella…?


Esta sera los lunes y jueves 


 Una   Novia Para Ocho Hermanos


Mariana creyó en el hombre equivocado y se encontró atrapada en un planeta muy lejano de casa. Frente a la inanición o la prostitución, elige sobrevivir, pero las cosas no salen completamente como esperaba.

Tábano, Thiago, Peter, Germán, Elíseo, Fede y Noah tienen un pequeño problema. Una hermosa, talentosa, amable e increíblemente sexy mujer que les cayo como la nieve durante el invierno. Pero también era una victima y necesitaba de su ayuda. Negándose a usarla como una prostituta, se las arregla para encontrar suficiente trabajo para mantenerla ocupada.

Pero no había contado con que Mariana realmente deseara cumplir los términos de su contrato.... 

¿Aislada durante el invierno, con siete hermanos sexys, puede Mariana vivir una kfantacia sin perder su corazón?

Esta sera los martes y viernes 
P.D: si se dan cuenta cada nombre es de cada personaje que alguna vez iso Peter.



Amante en Dublín 


La había seducido por venganza… pero se había acostado con ella por placer

El empresario Peter Lanzani creía haber descubierto los planes de Lali Esposito de arruinarlo seduciéndolo para que apartara su mente de sus millonarios negocios.

La realidad era que Lali estaba siendo manipulada por su cruel padrastro. Ella se había enamorado de Peter… pero él le había dicho que no quería volver a verla.

Ahora que su padrastro había muerto, dejando arruinadas a Lali y a su madre, Peter era el único propietario de todos sus bienes. Como paso final de su venganza, iba a hacerle una proposición a Lali que no podría rechazar: si no quería perder su hermosa casa familiar… ¡tendría que ser su amante mientras él estuviera en Dublín!

Esta sera los miércoles y sábados


Espero que les guste los domingos no les prometo nada pero tratare de subir mi propia novela bueno como son vacaciones cada día subo dos caps esperenlos 
CHAU BESOS...